lunes, 16 de mayo de 2011

Caña de la buena!

Tras un tiempo sin pasar por este blog tan eléctrico, hemos vuelto! De momento podeis deleitaros con la entrevista que hicimos a Oscar de "Lujuria" en nuestro programa, y en breve aparecerá el programa en el que estuvimos charlando con "La Bruja Roja". Pero así, de pronto, os regalamos una crítica del disco "Portraits of Suffering" de los gallegos Agonica. Enjoy It!!!

Ahora mismo está sonando el primer pepino del nuevo CD que he adquirido. Se trata del “Portraits of Suffering” de Agonica. Se trata de uno de los grupos revelación de nuestro país, y aunque no se les ha dado la misma importancia que a otros grupos de carácter nacional que también han sacado disco este año, estoy descubriendo que son de lo mejor que nos podemos encontrar dentro del mundillo del metal de España.

El primer tema me golpea de una forma inesperada. Cuando oyes hablar de Death metal esperas que la canción empiece con una intro de guitarra chicharrera y distorsionada de la manera más cutre posible, o incluso que el tema empiece desde arriba, dándolo todo. Pues no es el caso de los gallegos. “Decadent Honor” me recuerda a “Troops Of Doom” de los maestros brasileños Sepultura, porque lo primero que oímos es una guitarra muy bella, a la par que oscura, para nada rápida o frenética. Pero lo brutal del asunto, es que el resto de instrumentos se van uniendo en una vorágine musical, hasta que nos encontramos con un punteo inicial (podríamos llamarlo así) que da pie a la voz.

Esa voz… ¡menuda voz! Es una verdadera voz cambiante que pasa de los guturales más agudos a los más oscuros y profundos sin resultar cansina, como es el caso de algunos grupos. En sus momentos más claros, a mí me recuerda bastante a la voz del cantante de Impaled Nazarene, aunque podríamos compararla a muchos otros, y en cuanto escuchamos las voces más graves, podemos ver esas influencia de grandes como Behemoth. Creedme cuando os digo que he tenido que parar, porque me han entrado unas ganas acojonantes de hacer headbanging, y no he podido evitarlo. Me he tenido que apartar del teclado, pero he vuelto al ver que no me era posible aguantar el resto de la canción haciendo girar mi cuello, porque la cosa no para, y es que las guitarras se lucen con cada detalle, haciendo que esto sea algo más que simple Death Metal.

My Obsession es el segundo trallazo sonoro de este plástico (nunca entendí bien por qué les llaman plástico a los CD, aparte de por lo obvio, quizá es que yo soy más del sonido vinilo y esto de lo digital me sigue sonando a chino). Este ya entra más al estilo escandinavo, desde arriba y haciendo pupita, pero de nuevo entran las guitarras a darnos candela y lo primero que pienso es ¿Es realmente esto que estoy escuchando, Death Metal? Pues lo es, por muy melódico que puedan sonar las guitarras en determinados momentos. Pero no me refiero a una melodía del estilo de Children Of Bodom, que te marean con riffs constantes y persistentes basados en melodías de música clásica. La melodía que escuchas aquí es puro heavy metal de la vieja escuela, con ese toque tan característico que le dan en el norte de la península (como en el Metalcore Catalán, el Power Vasco o este Death Metal Gallego). Y es que ni siendo tan jodidamente personal deja de notarse la influencia tanto de grupos como The Haunted, Behemoth, Sepultura, y muchos otros maestro de lo extremo. Y ahora tengo que destacar nuevamente las voces. Si en el tema anterior los guturales más graves bailan a lo que les dice los agudos, aquí es al revés. Lo oscuro es mucho más marcado y lleva la batuta, golpeando con fuerza y determinación.

Y justo cuando notas que entras en éxtasis, llega el tercer tema, también con una fuerza y una furia impresionantes. Cualquier otra persona se hubiera vuelto loca escuchando este disco, pero yo, que puedo presumir de haber experimentado bastante con esto de los sonidos extremos, soy capaz de ver con claridad donde están las diferencias. ¡Y no son pocas! La manera de jugar con las dos voces, las guitarras que se persiguen, la batería irregular que encandila a cualquiera sin llegar a molestar, el bajo marcado y contundente…vamos, un derroche de maestría. Pero tengo que insistir una vez más en lo de las influencias. ¡Joder! ¡Podría decir sin miedo a equivocarme, que este disco es una fusión de lo clásico y lo progresivo en cuanto a metal extremo se refiere! Lo digo muy en serio, hacía mucho tiempo que no encontraba un tema de Death Metal que durara cinco minutos y que pudiera escuchar desde principio a fin sin tener que pasar a la siguiente canción. Estos chicos han hecho un trabajo increíble.

Y de pronto, el final, el tema que le da nombre al disco, Portraits of Suffering. Podría caer en la monotonía, volverme repetitivo, cargante, pesado y demás calificativos similares que no han venido a cuento, pero realmente me quedo con un detallito que me ha hecho gritar un sonoro improperio algo subido de tono (seguro que los vecinos me han oído, y están un poco hasta el gorro de mí y de este pedazo de disco, pero no le puedo hacer nada); el detalle de rematar el trabajito pegando bajón con una guitarra que me ha recordado enseguida a la que abre el disco, es algo que a mí, personalmente, me encanta. Enseguida me ha venido a la cabeza el Seventh Son of a Seventh Son de los británicos Iron Maiden. Sé que uno es de la NWOBHM y que el otro es Death Metal Progresivo (¿por qué no?), pero el toque de acabar y empezar de una misma manera es algo que le da un aire de elegancia, le otorga estilo. Como un George Clooney del Metal. Pues bien, este disco es un George Clooney del Death Metal, porque lo tiene todo. Fuerza, sentimiento, un soplo de aire fresco y un toque de brutalidad, que nunca viene mal, y nos gusta, por mucho que queramos negarlo. Si no, no escucharíamos Death Metal. Si quisiéramos algo guay, bonito, y para todos los públicos, escucharíamos cualquier banda sonora de Disney.

Y no, no me he olvidado de las letras. Pero es que me han sorprendido de tal manera, sobre todo la de My Obsession, que es necesario que las leáis vosotros mismos mientras escucháis el disco, que es realmente de lo mejor que puedes encontrar ahora mismo en el panorama más extremo. Estos cinco gallegos no se cortan ni un pelo a la hora de expresarse valiéndose de este género, tan mal visto por muchos intransigentes que no tienen ni idea de lo que va la movida y hablan y critican sin saber.
Así que lo dicho, a rascarse el bolsillo, que hay que apoyar a lo que tenemos en España, si algún día queremos poder tener un hueco en los grandes festivales Europeos. Y si esta gente se lo sigue currando, pueden estar tranquilos que su sitio en juergas como el Hellfest, el Grasspop Metal Meeting, el Metalcamp, o incluso el Wacken Open Air, lo tienen más que asegurado.

[Por cierto! Estad atentos, porque en el próximo programa tendremos a Agonica en un programa especial sobre el Metal Extremo! Esperamos que os guste!]

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